La ira social
“La ira es un ácido que puede hacer más daño al recipiente en el que se almacena, que a cualquier cosa en la que se vierte” Mark Twain.
LO CLARO. Los muros… son asuntos de los políticos.
El engranaje económico y social de países vecinos, no lo marca la agenda de elecciones de ninguna nación.
Ejemplo, con un botón de muestra.
En Tamaulipas, la Universidad Autónoma de éste Estado UAT; realiza sendos foros internacionales con su par Texana (Universidad Internacional de Texas A&M) y con el aval presencial de la UNAM, donde estrechan vínculos académicos de sustento a la investigación e intercambio de estudiantes.
La finalidad, es potenciar las fortalezas de ambas culturas, hacia la nueva era económica, apoyada en el ámbito energético.
“Energía y Sociedad” es el marco del encuentro de las dos naciones, donde temas como “Globalización, Hidrocarburos y Sociedad” marcaron la agenda para que invitados de la talla del Coordinador del Postgrado en Energía de la Universidad de Sao Paulo y el director del Instituto del Petróleo de Venezuela, disertaran sus apreciaciones sobre el futuro promisorio en el manejo de la sustentabilidad energética.
Los muros… bueno. Usted juzgue la real importancia.
LO OSCURO. A comienzos del presente año, la Secretaría de Hacienda (que recién abandona su titular Videgaray) emitía pronósticos de crecimiento ‘bajo-moderado’ para la economía mexicana.
Situando en 3.6 ese incremento anual.
El nuevo ajuste, causado por la incertidumbre comercial “del mundo”, le augura enésimo recorte y no alcanzará ni de chiste, el 2%. Malas expectativas.
El indicador de confianza del consumidor, ha retrocedido en 1,6% según INEGI.
El peso mexicano con respecto a la moneda de cambio mundial (dólar americano) ya rebasa los 18 pesos por billete verde.
Las tarifas de gasolina y de luz eléctrica, a pesar de los andamiajes de blindaje realizados por las autoridades económicas, no obedecieron su virtual congelamiento y ahora agobian al aparato productivo y a los hogares en general. No es verdad que ‘sólo a los que tienen coche’.
Vino Trump a México y dejó un sin sabor al pueblo entero, pues el ambiente ‘huele a triunfo republicano’. Y ante la expectativa de la inminente asunción del magnate a la silla presidencial, la moral mexicana declina inversamente proporcional al júbilo del candidato en las encuestas contra la demócrata Clinton.
¿Quiere más? La Selección Nacional, bien llamada ‘tricolor’, hizo poco menos que el ridículo ante sus pares hondureños en el encuentro desarrollado en su casa.
En el estadio Azteca. Un cero a cero, con sabor a mediocridad y hastío del pueblo, que buscaba refugio a sus penas, amparado a la sublime experiencia de gritar ¡Viva México! Contra un rival de poca estatura deportiva.
Sí. Existe un ambiente enrarecido, que sumado a la gran cantidad de personas desaparecidas por eventos delincuenciales, tiene en vilo a la sociedad en general.
Catarsis de emociones que se desbocan a la mínima provocación.
¿Contra quién podemos desquitar el enojo, la ira, la enjundia?
Reza una máxima “No busco quién me la hizo; sino quién me la pague”.
El mandatario nacional, es el blanco perfecto. Aseguran que la dislexia de confundir nombres de estados, de hacer cosas que ponen en tela de duda la honorabilidad del encargo, son elementos que demuestran una sola cosa: buscamos a alguien que representare exactamente lo que somos como sociedad. Somos ese reflejo.
Quizá tenga razón la vox populi. Quizá también requerimos vaciar el estado de ánimo iracundo que priva en la sociedad entera.
El cuarto pecado capital, es la ira. Así lo consagra San Gregorio Magno y se capituló en el Libro Sagrado. “Es una negación permanente de la verdad. Un sentimiento de odio y deseo de venganza no controlado” le definen.
Quizá son tiempos de dar rienda suelta al sentimiento regido por el pecado número cuatro. Pero que no sea el rector de nuestras vidas.
Bueno, si sigue igual la selección, olvide lo que dijimos aquí.
COLOFON. Escuché por casualidad a un par de pequeños sobrinos en ‘feliz altercado’: “No te odio en lo más mínimo. Es más; si te estuvieras ahogando y yo pasara en un bote… ¡hasta te saludaba!”
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
HECTOR ALEJANDRO DE ANDA CORTEZ
Colabora en medios impresos y en portales informativos electrónicos. La Columna Claroscuro se publica desde 2007
La columna Claroscuro se publica desde el 2007 en los mismos medios, trisemanal.
Especialmente tocamos temas económicos y de política en general.
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